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domingo, 28 de abril de 2013

Bajo la luz de tu mirada: Paz y Esperanza

Reportaje de los Titulares de la Hermandad de la Paz y Esperanza el pasado Miércoles Santo según el sentimiento hecho imagen de de José Luis Ruiz cuyo Blog Bajo la luz de tu mirada recomendamos visitar.


Humildad y Paciencia de Córdoba en San Miguel 2009


Nuestro Padre Jesús de la Humildad y Paciencia de Córdoba en San Miguel y entrando en Barqueros.
Primera Marcha: Tras de ti mi Cautivo. Segunda Marcha: ¡Oh Bendita Estrella!.




martes, 2 de abril de 2013

Córdoba os volverá a esperar

Tal día como hoy hace una semana fue Miércoles Santo. Un Miércoles Santo diferente porque las lágrimas de San Pedro impidieron que fuese como habíamos soñado. A veces, el destino hace que encontremos lo más bello en los instantes que parecen alejarnos de la plenitud... por eso queremos fundir en un simbólico abrazo, el sentimiento de dos de nuestros colaboradores y amigos, Antonio Poyato y José Barea, en este bella composición de imagen y palabra, de sentimiento al fin y al cabo, sintetizando en un único espíritu, el magnífico reportaje de Antonio y el precioso texto de José... Gracias a ambos




Gente de Paz








Córdoba os volverá a esperar


La Plaza respiraba un aroma extraño. El Rey y la Paloma de Capuchinos no derramaban Humildad, Paz y Esperanza por sus aceras el Miércoles Santo. El público buscaba a sus titulares por las esquinas, anhelando su mirada y aliento. Pero en el preciso momento en el que se conocía que en 2013 los costaleros, sus pies en la tierra capuchina, no acariciarían la calzada cordobesa, del corazón cofrade de su pueblo brotó un sentimiento común…




“Os volveremos a esperar”. El murmullo era inequívoco. Volveremos a aguardar el andar valiente del Señor de la Humildad y el dulce y elegante de la Paz y Esperanza. El abrazo que nos brinda Él y la caricia que nos brinda Ella. La abundancia dorada del misterio y la fina belleza plateada del palio. Las marchas poderosas y aflamencadas de la Agrupación de Santo Tomás y las melodías suaves de la Banda de la Estrella. Todo se reduce a Él y a Ella. 




Córdoba volverá a encomendarse a vuestra mirada, volverá a esperar todo un año para disfrutar del esplendoroso Miércoles Santo, os buscará en vuestro templo, para susurraros eso que sólo os cuenta a vosotros… Córdoba, ese pueblo cautivo de vuestra humilde y esperanzadora mirada, sabrá aliviar la larga espera cada día y cada noche que pase buscando en su corazón la dulce caricia que le brindáis cada vez que vuestros ojos se cruzan con los suyos… 




No soy hermano de la Hermandad, pero siento un gran cariño hacia ella. Espero que mis palabras agraden a la Gente de Paz y Humildad. Con ellas quiero mostrar lo que siento por esta Hermandad. Humildad, Paz y Esperanza; Paz y Esperanza, y Humildad: sentimientos que han calado hondo en mi corazón cofrade, que ya late en color verde y blanco....




José Barea


Recordatorio Miércoles Santo


jueves, 28 de marzo de 2013

Humildad y Paciencia en San Miguel 2012

Humildad y Paciencia desde su salida a Capitulares 2012

Miércoles Santo (II)

Miércoles Santo 2012 (I)

Salida Paz y Esperanza 2012

En el candelero: El Miércoles Santo según las redes sociales

Fotografías vía Twitter de las Hermandades que no pudieron realizar su Estación de Penitencia por las calles cordobesas este Miércoles Santo de 2013. Iremos ampliando a medida que recibamos para completar imágenes de todas ellas.





Calvario



Misericordia



Piedad de las Palmeras




Perdón





Paz y Esperanza


martes, 26 de marzo de 2013

Miércoles Santo

El cielo de mi infancia era distinto al de ahora. Era más azul e intenso... Y aquella mañana, diferente a todas las demás. En aquel tiempo no había misa de nazarenos sin túnicas ni olor a incienso y todo era mucho más íntimo. Era una mañana de extraña quietud, de reunión familiar, de terminar de preparar los últimos detalles de todo. La túnica blanca, inmaculada, perfecta, colgada de una percha en un lugar preferente del cuarto. Y mi madre de aquí para allá acabándolo todo al mismo tiempo. Luego llegaba la hora del descanso antes de la multitud... era inútil, ¿quién podía conciliar el sueño en aquellos momentos?. Lentamente las manecillas del reloj nos iban aproximando a la hora de la Gloria. Y poníamos rumbo a la Tierra Prometida. Las calles de la ciudad se iban tiñendo poco a poco de túnicas blancas. Para cuando llegábamos a Colón, una auténtica marea de Paz y Esperanza se dirigía al altar de piedra al que reza toda Córdoba entre los ocho faroles de nuestra idiosincrasia… callada y silenciosamente. 



Recogíamos nuestras túnicas en el armario de la secretaría de la Casa Hermandad, -entonces aún la sentíamos nuestra Casa-. Éramos de los que no vestían túnica hasta el último instante. Había mucho por hacer todavía. Accedíamos al Convento y gozábamos de una imagen maravillosa, lamentablemente irrepetible. La Iglesia era un océano de blanca pureza guardando un silencio diferente que destilaba ansiedad e ilusión. Entonces empezaba la misa… y Fray Ricardo… cómo echamos de menos aquellos momentos en los que la oración y el recogimiento se desarrollaba mientras mirábamos el reloj cada cinco minutos pensando que Ricardo nunca terminaría la Liturgia. Durante la comunión empezaba a escucharse la banda en pasacalles cuajando de alegría la plaza, que era ya un bullir de expectación. Era el instante de la acción de gracias y del recuerdo de todos aquellos que se habían marchado para vestir su túnica desde el Cielo. Sin darnos cuenta, Capuchinos se abría de par en par y toda Córdoba recogía entre sus brazos el blanco cortejo que empezaba a inundar de Paz las calles de la ciudad. Desde ese instante, las horas parecían volar y escaparse de entre nuestros dedos y en un abrir y cerrar de ojos, habíamos atravesado la angostura de Osario y entrado en los jardines de Colón… La Gloria misma entre las flores de la primavera… y el Cielo ante nuestra mirada. 



Y en un par de instantes más, el Señor regresaba a su hogar, y buscábamos con ansiedad la cara de Ella, la que estuvo en nuestros sueños toda la noche. Frente a sus ojos respirábamos las últimas chicotás hasta que volvía a posarse en su nido. Y así… otro Miércoles Santo terminaba y se hacía un hueco en el tesoro de nuestros recuerdos. Luego venían los abrazos, las sonrisas, la satisfacción… y el regreso a casa, donde rebuscábamos con fruición las imágenes grabadas… como queriendo que nunca acabara aquella maravillosa jornada… y el sueño, que nos vencía después de mucho intentarlo cerca del alba del Jueves Santo.


Este es el legado que mis padres me enseñaron y el que quiero regalar a mi hijo. Sin títulos ni honores, sin pronombres ni bancas reservadas. Aprender a ser uno más en tu orilla de devociones, un nazareno de la Paz, ni más ni menos… y sentirme cerca de Vosotros alimentando mi alma con el maná de vuestra mirada y la gloria de vuestro aroma.


Aunque pasen los siglos,
si la Virgen lo manda,
siempre habrá en Capuchinos
sed de Paz y Esperanza.

Guillermo Rodríguez



Recordatorio Así comenzó la Historia
Recordatorio Te buscaré
Recordatorio Bajo tus trabajaderas

miércoles, 20 de marzo de 2013

Vía Crucis N.P.J. de la Humildad y Paciencia

Magnífico reportaje de nuestro compañero Antonio Poyato del Solemne Vía Crucis celebrado en honor de Nuestro Padre Jesús de la Humildad y Paciencia, como es tradicional, el Martes de Pasíón.















Recordatorio Despojado